FIN DEL SÚPER CICLO GLOBAL DEL HIERRO
La sobreproducción y la caída de la demanda en China determinan la baja sostenida del precio del hierro en el mediano plazo y el fin de los proyectos pobres y marginales en el mundo entero.
Carlos Anido* y Víctor Bacchetta** (Semanario Brecha, 16/1/15)
El economista chileno Alexander Schubert (1) explica que el traslado en 2008 de la especulación financiera hacia las commodities hizo que los precios de las materias primas se disociaran de la demanda física. Las compras y ventas en las bolsas internacionales llegaron a superar en varias decenas de veces la producción y el consumo efectivo de los productos allí transados.
En declaraciones recientes, autoridades nacionales del área económica y la minería insisten con valoraciones en favor de un acuerdo para explotar el yacimiento de Valentines, ya sea con Aratirí o con otra entidad privada, asociada o no con el estado uruguayo, sin considerar que los cambios ocurridos en el mercado mundial de los metales hacen inviable totalmente esa posibilidad.
Por lo pronto, cuando solicitó la explotación en 2011, la propia firma Aratirí fijaba en 90 dólares por tonelada de hierro al 62% el límite por debajo del cual el proyecto no sería rentable. Hoy el precio está por debajo de 70 dólares y, como veremos más adelante, tiende a seguir bajando. En estas condiciones el proyecto es inviable, por más concesiones y subsidios que se le otorguen.
Los costos uruguayos
En primer lugar, el costo de extracción en yacimientos pobres como los uruguayos (Valentines, en Durazno y Florida, y Zapucay, en Rivera) donde el metal se encuentra al 28% en capas de mineral de hierro plegado, mezclado con otros minerales y rocas, en posición prácticamente vertical, que se plantea explotar a cielo abierto, está en el orden de los 40 dólares o más la tonelada.
A la extracción debemos agregar el costo del proceso de concentración del mineral, porque hay que llevar el hierro del 28% original al 62%, que es lo que demanda el mercado para ser vendido como simple materia prima. La concentración agrega a la producción del hierro en Uruguay otros 20 dólares, de acuerdo con las estimaciones internacionales del costo de este proceso.
Por todo esto, la extracción del hierro en nuestro país no puede competir con la producción de otros yacimientos planos horizontales de más fácil extracción, y que poseen una concentración natural del hierro al 60% y más, como los existentes en Brasil y Australia, que dominan la oferta en el mercado con un costo de 20 a 30 dólares por tonelada de hierro concentrado.
Luego tenemos los costos de mantenimiento de la vialidad y el entorno, del mineroducto y la terminal portuaria, que pueden ser 15 dólares más, a lo que debe sumarse el costo del flete y el seguro para transportar el mineral a China. El transporte desde Brasil se sitúa hoy en 19 dólares por tonelada y, para enviarlo desde más al sur, el costo subirá a 20 dólares o más.
En resumen, tenemos 40 más 20 más 15 más 20, un costo total de unos 95 dólares por tonelada para extraer y colocar el hierro uruguayo en las costas de China, que es quien hoy controla el precio internacional del mineral por el manejo de los almacenamientos en sus puertos y en las fábricas mismas de acero, junto con el control de los derivados futuros del metal,
Perspectivas del mercado
El precio actual del mineral de hierro al 62% es inferior a los 70 dólares por tonelada y los medios de comunicación especializados del sector prevén que siga bajando aún más.
Las razones de la baja consistente del precio, que las autoridades uruguayas parecen no conocer, son variadas y conocidas: el cierre del súper ciclo especulativo de materias primas iniciado en 2008 luego de la crisis de las hipotecas basura en EEUU; las crisis europeas y norteamericana que bajaron el consumo e incluso aumentaron el ahorro en las familias estadounidenses.
Ese consumo fue atendido por China y otros países asiáticos funcionando como talleres baratos del mundo. China construyó ciudades para millones de campesinos utilizando casi la mitad del hierro que extraía o compraba en el exterior. Este proceso está llegando a su fin con la crisis de una burbuja inmobiliaria y de préstamos internos de la “banca fantasma” china,
Y, más que nada, los altos precios provocaron una sobreproducción del mineral que está siendo liderada por las tres mineras gigantes que dominan el mercado mundial del hierro transportado por mar -las australianas BHP y Rio Tinto y la brasileña Vale- que hasta ahora daban cuenta del intercambio en más del 60% y por esta vía llegarán a controlar el 80% del mercado.
Las tres gigantes cuentan con yacimientos ricos y horizontales, sus costos de producción son muy bajos y pueden seguir ganando dinero aun si el mineral estuviera a 50 dólares por tonelada puesto en China. Están aprovechando así la coyuntura para liquidar a la competencia.
Según las estimaciones de Morgan Stanley (2), habrá 150 millones de toneladas de concentrado que no llegarán al mercado pues se cierran operaciones menores de baja concentración, se dejan de lado los proyectos no iniciados y la minería del hierro no consigue inversores pues los fondos de pensión y especulativos exigen tasas de ganancia y tiempos de retorno muy cortos.
Inviabilidad de Aratirí
En cualquier hipótesis, el nuevo precio histórico del hierro estará muy por debajo de los 90 dólares y vuelve inviable el proyecto Aratirí. Esto no se arregla agregando subsidios a los ya concedidos –la regasificadora que nos costará 2.100 millones de dólares-, como sería la idea del viceministro de Industria, Edgardo Ortuño, de financiarle la terminal portuaria en la costa de Rocha.
Otra consecuencia de la baja del precio internacional del hierro es la falta de dinero de empresas “junior” como Zamin Ferrous, dueña de Aratirí, creadas para lograr un negocio de ocasión en una coyuntura excepcional de altos precios pero que necesitan las autorizaciones de los gobiernos para salir a pedir el financiamiento, porque no poseen el capital de inversión prometido.
Los juicios enfrentados hoy por Zamin Ferrous en Brasil, por deudas sociales y ambientales, y en Londres con un ex socio, son un reflejo de esta situación. La firma de Pramod Agarwal tendría un endeudamiento de unos mil millones de dólares, que difícilmente podrá ser resuelto al no tener el retorno esperado de sus proyectos. Mal puede así presentar garantías en Uruguay.
La posibilidad de incluir las tierras de Aratirí en la zona minera entre sus garantías económicas no es contemplada por la Ley 19.126 y no resiste el menor análisis. Un título de prospección ya le baja el precio al campo afectado e impide a su dueño el acceso al crédito bancario. Tras el fin de la actividad minera, en esas tierras no será posible ninguna actividad productiva.
En síntesis, no hay lugar en el mercado del hierro para el proyecto de Aratirí ni otro similar. Firmar un acuerdo en estas condiciones le daría un aval a la minera para pedir préstamos con la garantía del estado uruguayo, para especular vendiendo un yacimiento marginal presentando estimaciones infladas y convertiría a los productores y las tierras en rehenes de sus decisiones.
Como para pensar cualquier compromiso o entendimiento en esas condiciones.
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*Ingeniero de minas, docente en Facultad de Ingeniería de la UdelaR.
**Periodista ambiental.
(1) “El sueldo de Chile y el fin del súper ciclo global de las materias primas”, 1º de diciembre de 2014, elmostrador. (www.elmostrador.cl).
(2) “Morgan Stanley predice más reducción del precio del mineral de hierro por aumento de la oferta que contrapesa los cierres”, Phoebe Sedgman, Bloomberg, 16 de diciembre de 2014.