Respuesta del profesor Pablo Díaz, del Observatorio de Política de Tierra de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la Universidad de la República, a una entrevista del economista Marcelo Caffera, docente de la Facultad de Ciencias Empresariales y Economía, de la Universidad de Montevideo, publicada en el semanario Brecha del 24/6/11
Dr. Marcelo Caffera:
Con respecto a la empresa “Aratirí”, en sus declaraciones a BRECHA el pasado viernes 24 de junio usted arriesga que no cree que “los impactos ambientales haga (n) el proyecto inviable desde un punto de vista económico”. Permítame corregirlo: habrá querido decir desde un punto de vista lucrativo, ya que “la cantidad y calidad del hierro en cuestión” no justifican el desastre.
En este razonamiento la pérdida de 6 mil há de suelo productivo, seguramente sería equivalente a no más de 30 millones de dólares, menos de un 10% del canon que anualmente recibiría el gobierno. Algo insignificante, que no sería de extrañar, se le podría dar por ejemplo al Instituto Nacional de Colonización para que compre tierras para los productores ganaderos desplazados. Instituto supuestamente “hambriento de tierras”, para lo cual malvendió la “Estancia La Pileta” en las cercanías de Fray Bentos al gerente de UPM-Botnia y hará algo de caja con las dunas de Valizas que estén fuera del área protegida…
Pero ¿cuánto vale la tradición de 400 años de ganadería?, y la ¿formación de esos paisanos que se desalojarán por la fuerza?. ¿Y la radicación de la familia en esos campos?. ¿Cuánto dinero aporta o ahorra esa forma de vida a la sociedad en su conjunto?. Y las externalidades que eso genera, ¿cuántas son?.
Y lo más importante: el negocio es “viable” solo para las grandes empresas “a-nacionales”. No para el país. La tierra, el agua y el hierro, son en la zona del proyecto Valentines las principales riquezas nacionales. La tierra es propiedad privada “inviolable” pero sujeta a leyes de “interés general”. El agua es un recurso nacional y los yacimientos también. Si justificamos que el “interés general” implica explotar el hierro, ¿cómo justificamos que lo haga una empresa que se lo va a llevar como materia prima para otras latitudes?, y ¿cómo les vamos a subsidiar el agua y a permitir que desvíen arroyos y “enderecen” el Río Yi?. ¿Ese es nuestro interés general?.
Luego entiendo que usted acepta que hay que dejar crecer la torta para esperar el derrame: Zamín Ferrous-Aratíri tiene que extraer los metales así le sacamos alguna tajada y redistribuimos. En las antípodas de lo que se hablaba de un “país productivo” donde el Estado iba a ser agente del desarrollo, participando activamente en los emprendimientos. Por eso concuerdo con usted que la discusión no es sí o no a la minería, pero discrepo que la discusión sea cuánto canon y cómo usarlo. Hay que seguir discutiendo sobre la torta, no sobre las migajas.
Porque eso supone por un lado aceptar que Zamín Ferrous empiece a explotar y a seguir vendiendo acciones para que vaya a saber que otra empresa “a-nacional” lo haga como socia en Aratirí. Así como también supone seguir destrozando al Estado y hacerlo más cómplice del extractivismo extranjero que nos lleva a ser un “enclave” o “república bananera”, que vivirá de papeles en los bancos no de su propia producción…
Por otro lado, usted debe saber que en este país las grandes empresas están en el paraíso: apenas pagan impuestos (en el campo menos del 6% del PBI de agro), reciben exoneraciones, subsidios, zonas francas, contratos de inversión “clandestinos”, no pagan ni siquiera la infraestructura pública que destrozan, etc. Por lo tanto podríamos prevenirnos con la pregunta: y ¿si el dueño de la gigantesca torta, que le dejamos crecer, no quiere compartir la torta?. Una vez más, migajas para hoy, hambre para mañana.
Se habla de una industria siderúrgica nacional pero tenemos un millón de hectáreas de eucaliptos y ¿dónde está la industria maderera nacional?. La misma superficie en soja pero se exporta casi un 100% como materia prima. ¿Por qué en este mega proyecto de enajenación del hierro sería diferente?. ¿Quién le pone el cascabel al gato?…
En el proyecto Valentines se está cediendo soberanía, a cambio de las migajas. El Estado está perdiendo recursos naturales que son grandes capitales, a manos de empresas a – nacionales. Está desvistiendo un santo para comprar agua y comida para repartir cuando se termine la changa de la construcción temporal de estos monstruos pintados de verde ecológico. Se está descapitalizando, a favor de intereses anti-nacionales y particulares.
Si bien ante la opinión pública “la responsabilidad social empresarial” de Zamín benefició al fútbol uruguayo, la empresa no logra “verdear” el negocio de megaminería a cielo abierto ni eludir la resistencia social a la mercantilización de la vida a cualquier precio.
Atentamente,
Pablo Díaz
Docente de la UDELAR
Observatorio de Política de Tierra
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE)
29 de junio de 2011.
No se olviden que ARATIRI no es la unica empresa que pretende extraer minerales, este es uno de los primeros proyectos. ¿En qué se va a transformar nuestro querido Uruguay? No les interesa absolutamente nada nuestro futuro, precisan plata hoy y el subsuelo debe ser el único lugar que les queda para poder obtenerla.
Más bien que creo que hay mucha coima María y por eso están tan obstinados en sacarlo adelante a cómo de lugar. No olvides que el dueño de la empresa viene todos los meses a ver si el «gobierno le está haciendo los deberes» por lo que ya ha pagado.
El hierro siempre estuvo… como seguramente estará el petróleo, el oro… Cuando los vientos son favorables desembarcan los piratas… siempre encuentran una malinche que les sirve de intérprete…