Comisión Multipartidaria por la minería
V.B. (Voces 8/9/11)
Cuando estamos llegando a la mitad de los 60 días de plazo que se fijó a la Comisión Multipartidaria creada por la Presidencia de la República para analizar la política frente a la minería de gran porte en el país, los representantes de la oposición afirman que su actitud es escuchar los informes del gobierno pero el Ejecutivo ha comenzado a mostrar cierta impaciencia y ha hecho precisiones sobre los alcances del diálogo.
La primera fue del ministro de Industrias, Roberto Kreimerman, al decir que la reforma del Código de Minería se aprobará «lo antes posible» y que las modificaciones podrían ir en otra ley. “Es una mala señal, está fuera de toda lógica política y legislativa, no podemos estar aprobando reformas de este tipo cada 20 días”, señaló el diputado nacionalista Álvaro Delgado, que había solicitado unir ambos procesos.
La segunda ya puede calificarse de ‘wishful thinking’, o sea, una expresión de deseos, y provino del secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, al declarar que la Comisión «es la que decidirá el destino que tendrá el dinero que se recaude por la megaminería». El anuncio significaba, asimismo, descartar la idea anunciada por el presidente Mujica de convocar a una consulta popular para decidir sobre estos temas.
En esos mismos días, el Movimiento por un Uruguay Sustentable entregó a la Comisión Multipartidaria y a la prensa unas «Preguntas desde la sociedad civil» que buscan reunir las inquietudes de la sociedad sobre los impactos económicos, sociales, ambientales y culturales de la posible instalación del proyecto de la minera Aratirí y otros proyectos similares con los que se anuncia un cambio de la matriz productiva del país.
“Como ciudadanos, exigimos que la Comisión de respuestas claras a interrogantes fundamentales sobre los siguientes temas: Uruguay Natural, beneficios económicos, pago de impuestos, consumo de electricidad, consecuencias sobre fuentes de trabajo, el turismo, ingresos y empleo, tierras productivas, recursos hídricos, futuro de la costa oceánica y consulta al pueblo”, expresa la carta entregada en la Presidencia.
En la última interrogante, los sectores sociales opuestos al proyecto de minería a cielo abierto en gran escala de Aratirí recuerdan que el tema de la megaminería no estuvo planteado nunca en las campañas políticas nacionales y pregunta: «¿cómo sabemos que la representación proporcional de las últimas elecciones realmente expresa la opinión de la ciudadanía sobre este tipo de proyectos y sobre este modelo de país?»
Todo indica que el gobierno se encuentra en un dilema, porque en la medida que intenta acelerar los plazos de definición debe restringir simultáneamente el ámbito de decisión, pero esta problemática ya adquirió una importancia en la sociedad que concita diversas instancias de discusión – tales como el Juicio Ciudadano organizado por la Universidad de la República y otras iniciativas similares – muy difíciles de ignorar.
Me parecen muy buenas y pertinentes las interrogantes planteadas a la comisión, pero yo tengo otra: ¿acaso el modelo de desarrollo agropecuario actual tiende a proteger el sello Uruguay Natural? A mi me parece que el crecimiento exponencial de las compras de insumos altamente perjudiciales para el medio ambiente por parte de nuestro país, afirman que aquí también hay un alto riesgo.
Las amenazas agricolas estan vinculadas a la sojizacion y el uso de glifosato y otros herbicidas. Es responsabilidad de la administracion que como no cobra retenciones, habilita la invasion de pools sojeros transgénicos. Siempre volvemos al modelo exportador, excluyente, liberal de los ministros de economia, Astori y todos los que niegan el valor del tejido social y del mercado interno.
Esta instancia debe ser un «momento visagra» donde el proyecto país se redefina!!!…El proyecto país no puede ser la intención de un grupo de sectores de un partido…y lo más preocupante es que no queda en la intención. Esos sectores pueden verlo de esa manera, pero de ahí a que ello sea lo que s ehaga es otra cosa, sobre todo visto que su modelo de país productivo esta siendo constantemente cuestionado por la realidad planetaria….en los países industrializados padecen la industrialización, pues estos sectores proponen como modelo de país productivo la industrialización…y sobre todo comprendida en el terreno del crecimiento hacia afuera, ya que nuestro país no necesita tanta inversión en logística como se prevé efectuar, sino que ella viene por y para las corporaciones que comercien en la zona.
Es un ritmo impuesto al que vamos en camino de acatar, no es independencia, no es autonomía.
Quien dice que debemos ser exclusivamente agropecuarios? ¿Quien dice que debemos tener soja y forestación hegemónicamente en el agro? ¿Para que se usa la Soja? ¿No será para venderla y alimentar el ganado Europeo y Norteamericano? ¿Quien dice que la minería debe ser a cielo abierto? ¿Quien dice que DEBEMOS tener megapuertos?
La sociedad está movilizada y se encuentra debatiendo, lo quieran estos sectores o no, sobre este modelo. Es una gran oportunidad para que el gobierno ratifique si está del lado de la Participación Popular, o si por otro lado esto es un Despotismo Ilustrado, donde gobiernan los titulados. Todos sabemos que el experto, el científico, desgraciadamente, en la mayoría de los casos se vende al mejor postor, y no a lo que a la mayoría conviene.